Bienes intermedios

Los bienes intermedios son un tipo de bienes económicos que se emplean exclusivamente dentro de un ciclo de producción para elaborar otros bienes. Se incluyen en la categoría de bienes indirectos, formando un subconjunto específico. Su principal característica es que se consumen en un único uso dentro del proceso productivo. Según el contexto de producción, algunos bienes pueden considerarse como intermedios o finales.

Entre los ejemplos más comunes de bienes intermedios se encuentran las materias primas, la energía y los productos semielaborados, que están destinados a transformarse en bienes finales durante la producción. Aunque estos bienes son fundamentales en el proceso productivo, suelen pasar desapercibidos para los consumidores finales, quienes se enfocan más en las características del producto terminado que en cómo se fabricó.

Los bienes intermedios también son conocidos como bienes de producción de un solo uso, ya que se consumen por completo durante un único ciclo de producción (como ocurre con el combustible). Se diferencian de los bienes de producción de uso múltiple, comúnmente llamados bienes de inversión, que pueden reutilizarse en varios ciclos productivos, como sucede con la maquinaria.