Axioma de la convexidad
El axioma de la convexidad establece que los consumidores tienden a preferir combinaciones diversificadas de bienes frente a aquellas más extremas. Esta preferencia se basa en el principio de la utilidad marginal decreciente: a medida que se consume una mayor cantidad de un mismo bien, la satisfacción adicional que aporta cada unidad extra disminuye. El axioma recibe su nombre de la forma convexa que adquieren los conjuntos de preferencias del consumidor cuando se representan en un plano cartesiano, una propiedad que da origen a la forma característica de la curva de indiferencia. Si se presentan dos combinaciones igualmente deseadas, A y B, el consumidor preferirá una tercera opción, C, que combine ambas, ya que esta le proporciona una utilidad total superior. Gráficamente, esta inclinación hacia el consumo equilibrado se refleja en las combinaciones intermedias de los dos bienes.
En el gráfico, la restricción presupuestaria (la línea azul) muestra todas las combinaciones posibles de los dos bienes que el consumidor puede adquirir con su ingreso disponible. Las curvas rojas representan curvas de indiferencia, cada una correspondiente a un nivel distinto de utilidad. Consideremos tres cestas de bienes - A, B y C - ubicadas sobre la misma línea presupuestaria y que implican la misma cantidad total (12 unidades). Sin embargo, no todas resultan igualmente atractivas para el consumidor. A medida que el consumo se concentra en un solo bien, la utilidad marginal de dicho bien disminuye. Por ello, la combinación más equilibrada, C, se sitúa sobre una curva de indiferencia superior (I2) respecto a las opciones más desequilibradas, A y B, que se encuentran en una curva inferior (I1). Dado que I2 está más alejada del origen, representa un nivel de utilidad más elevado. En términos formales, podemos expresarlo así:
U(C) > U(A)
U(C) > U(B)
U(A) = U(B)
Desde la perspectiva del consumidor, la cesta C es estrictamente preferida a A y B, ya que le brinda un mayor nivel de bienestar. En definitiva, las combinaciones intermedias de bienes suelen generar un valor más alto de la función de utilidad del consumidor que aquellas distribuciones más extremas.
