Preferencias del consumidor
Las preferencias del consumidor reflejan cómo un consumidor elige entre distintos conjuntos de bienes, basándose en sus gustos y prioridades. Ante dos conjuntos, A y B, el consumidor establece una preferencia entre ellos, decidiendo si prefiere el conjunto A sobre el conjunto B, o viceversa. Si no tiene preferencia por ninguno, el consumidor se muestra indiferente entre ambos. En resumen, dada la comparación entre los conjuntos A y B, las preferencias del consumidor pueden expresarse así:
A ≻ B (preferencia por A)
A ≺ B (preferencia por B)
A = B (indiferencia)
En el primer caso, el consumidor prefiere el conjunto A, lo que indica que este le proporciona más utilidad en comparación con el conjunto B. En el segundo, elige el conjunto B, que le ofrece mayor utilidad que el conjunto A. Finalmente, en el tercer caso, ambos conjuntos generan la misma utilidad, y el consumidor no muestra preferencia por ninguno de los dos. El concepto de preferencias del consumidor nos permite entender cómo los consumidores toman decisiones empleando la utilidad ordinal, sin necesidad de utilizar la utilidad cardinal, que mide la utilidad en términos absolutos. Ante varios conjuntos de bienes, el consumidor seleccionará el que ocupe la posición más alta en su escala de preferencias. Organiza los conjuntos según su orden de preferencia, descarta aquellos que no le interesan, y finalmente opta por la mejor opción.
Las preferencias del consumidor se representan gráficamente en un plano cartesiano mediante curvas de indiferencia, que muestran diferentes combinaciones de bienes que generan el mismo nivel de utilidad para el consumidor.
