Incertidumbre vs Riesgo
Diferenciar entre incertidumbre y riesgo. En situaciones de incertidumbre, los agentes económicos no pueden asignar una probabilidad concreta a los eventos futuros. En cambio, cuando se trata de riesgo, cada resultado posible puede vincularse a una probabilidad específica y cuantificable.
Pensemos en el caso de un jugador que apuesta al número 1 antes de lanzar un dado. Se trata de un ejemplo de riesgo, ya que la probabilidad de obtener ese resultado es conocida y medible: 1 entre 6. En cambio, no es posible anticipar cuántas veces rebotará el dado sobre la mesa tras el lanzamiento. En esta segunda situación, el jugador carece de la información necesaria, lo que convierte el caso en un ejemplo de incertidumbre.
La distinción entre riesgo e incertidumbre fue formalizada en la teoría económica por el economista estadounidense Frank Hyneman Knight. En la década de 1920, Knight publicó su influyente obra "Risk, Uncertainty and Profit", en la que formuló una definición fundamental del riesgo desde una perspectiva económica. Según Knight, una situación se considera riesgosa únicamente cuando es posible calcular objetivamente la probabilidad de que ocurra un determinado resultado. Solo en estos casos es viable asegurar el evento. Si, por el contrario, el acontecimiento es esencialmente impredecible - es decir, si no se le puede asignar una probabilidad objetiva - , entonces no se encuadra dentro del concepto de riesgo, ya que ni aseguradores ni asegurados disponen de la información suficiente para evaluar su probabilidad de ocurrencia.
La definición de Knight establece con claridad qué eventos pueden asegurarse y cuáles no. Su enfoque fue ampliamente adoptado por la teoría económica entre las décadas de 1930 y 1950, restringiendo así el análisis de la toma de decisiones bajo incertidumbre a aquellos casos en los que los eventos futuros pueden ser descritos mediante probabilidades objetivas.
Sin embargo, esta distinción tan nítida pierde fuerza en el marco de la teoría de la utilidad esperada subjetiva, donde los agentes económicos pueden tomar decisiones incluso sin disponer de probabilidades objetivas ni de datos históricos. En este tipo de modelos, los individuos elaboran estimaciones subjetivas sobre la probabilidad de que ocurran determinados eventos. Dado que estas valoraciones no se basan en datos verificables, no encajan en la definición de riesgo propuesta por Knight. Como consecuencia, las teorías de la elección subjetiva han ampliado el alcance del análisis económico, incorporando escenarios que antes se consideraban fuera del dominio de la economía política clásica, y suavizando así los límites conceptuales entre riesgo e incertidumbre.
