Efectos renta y sustitución
Los efectos de la renta y la sustitución. Los cambios en los precios influyen directamente en la demanda de los consumidores por los bienes. Según la ley de la demanda, los efectos de una variación en los precios se pueden descomponer en:
- Efecto Sustitución. El efecto sustitución describe cómo los cambios en la cantidad demandada de un bien se deben a variaciones en los precios relativos. Cuando el precio de un bien cambia, también se alteran los precios relativos de los demás, lo que impacta las decisiones de los consumidores. Por lo general, los consumidores tienden a reducir la demanda de un bien que se encarece, optando por alternativas, mientras aumentan la demanda de un bien más barato, incluso a costa de otros bienes.
- Efecto Renta. El efecto renta explica cómo un cambio en el poder adquisitivo, causado por una variación de precios, influye en la cantidad demandada de bienes. Por ejemplo, una disminución en el precio de un bien incrementa la renta real del consumidor (su capacidad de compra), aunque su renta nominal permanezca invariable. Este aumento en el poder adquisitivo suele traducirse en una mayor demanda de todos los bienes. Por el contrario, un aumento en el precio de un bien reduce la renta real del consumidor, lo que generalmente provoca una disminución en la demanda total.
Ambos efectos, el de renta y el de sustitución, se combinan para generar un efecto total que establece un nuevo equilibrio en las decisiones de consumo. Estos efectos pueden representarse gráficamente de la siguiente forma:

Partiendo del equilibrio inicial en el punto A, consideremos dos bienes, X1 y X2. Una reducción en el precio del bien PX1 modifica los precios relativos, cambiando la pendiente de la línea de restricción presupuestaria (flecha 1). Con esta nueva restricción presupuestaria, la elección del consumidor se desplaza del punto A al punto B, lo que refleja el efecto sustitución. No obstante, el punto B no representa el equilibrio final. La disminución del precio también incrementa la renta real del consumidor, otorgándole un mayor poder adquisitivo para gastar en los bienes X1 y X2. Esto puede llevar a un incremento en el consumo de ambos bienes, representado gráficamente por un desplazamiento hacia la derecha de la línea de restricción presupuestaria (flecha 2). En función de las curvas de indiferencia (que reflejan las preferencias del consumidor), la elección final pasa del punto B al punto C. Este ajuste final es
