Bienes complementarios y sustitutivos
Los bienes económicos se clasifican en "complementarios" o "sustitutivos" según cómo se relacione el uso de uno con el otro.
Los bienes complementarios tienen una relación positiva, lo que significa que un aumento en el consumo de uno lleva a un incremento en el consumo del otro.
Ejemplo: Un ejemplo clàsico de bienes complementarios es el café y el azúcar. Estos dos productos suelen consumirse juntos, por lo que se consideran complementarios.
En cambio, los bienes sustitutivos presentan una relación inversa. Cuando aumenta el consumo de uno, generalmente disminuye el del sustituto. Estos bienes son alternativas perfectas entre sí.
Ejemplo: Un ejemplo típico de bienes sustitutivos es el café y el té. A medida que aumenta el consumo de café, tiende a disminuir el consumo de té, y viceversa.
